La gestión corporativa femenina ha dado a las compañías un giro en torno a las prácticas organizacionales y al modo de contactación con los clientes ¿Cómo?
A partir de la automoción de la administración empresarial a la informática, se ha dado también un giro en torno al ejercicio del liderazgo, el cual comienza a avistar la producción y el enfoque femenino como huella de nuevas estrategias y tácticas, que muestran a la vez la factibilidad de darle a las compañías una nueva panorámica de trabajo.
De este modo, los líderes de negocios, así como la cultura popular –incluido el escenario político, ha entrevisto el modo en que nuestro futuro tendrá en el eje de sus principales cabezas de gobernación a mujeres con alto nivel de capacitación y talento, dejando atrás la retracción del pasado siglo.
Es una tendencia, que acompaña al siglo XXI, el hecho de que la tendencia particular será una combinación de modelos de gran éxito femenino, en compañías pioneras o de gran éxito internacional, tanto igual que las referencias de la cultura pop, circunstancias por las cuales se ilustrarán íconos de gran influencia en tanto modelos de expresión de un verdadero cambio de época en la esfera de la gestión.
Si bien es cierto que desde la década del sesenta del pasado siglo ya la mujer se había inserto en el mercado de trabajo, provocando un radical giro en los modos de vinculación interpersonales, estructura familiar y social, lo cierto es que hoy, la gerencia femenina marca un nuevo modo de pensamiento administrativo y de resolver los problemas, favoreciendo la creatividad.
Esta tendencia afectará a cada uno de los bloques sociales y ámbitos del mercado laboral, pero especialmente, a las personas que ocupan cargos directivos o de gestión, educadores y empresarios, que deberán centrarse en la comprensión de esta tendencia global y el modo en que impactará, tarde o temprano, las relaciones de consumo y producción, las formas de relación familiar y las nuevas prácticas que serán desarrolladas, desde esta perspectiva.