Crear la visión de marca es una tarea que puede realizarse en equipo o en soledad, pero ¿tiene usted en cuenta lo que desea atraer hacia ella?
¿Alguna vez le han preguntado cuál es la visión de su marca? Seguramente si es propietario de una pequeña, mediana o gran empresa la ha escuchado, lo importante de ella no es lo que usted puede llegar a responder, si no la reflexión que extrae de la misma.
Cuando nos preguntan algo que no entendemos o conocemos, nos embarga la incertidumbre, y sólo por ello, iremos en búsqueda de la respuesta. Si no tenemos en cuenta siquiera la importancia de la construcción de nuestra propia brand vision, mucho menos podremos saber qué clase de negocio intentamos atraer hacia ella. ¿Qué nos queda por hacer?
Esta sería la tarea previa antes de comenzar con el proceso de branding, por ello, las pautas deben ser claras. Lo que nos queda por hacer es iniciar con la construcción de la visión de marca deseada, y el primer paso a dar es enumerar o enlistar todo aquello que no deseamos tener en nuestra compañía de aquí en más.
¿Por qué iniciamos por el aspecto negativo que todo negocio puede tener? Pues porque es lo más sencillo de reconocer, las personas suelen saber lo que no desean para sus vidas, lo mismo se aplica al mundo empresarial, allí también se conoce cuáles son los principales tropiezos a evitar, esos momentos por los que no hay que pasar, para luego no tener que lamentar pérdidas.
La propuesta es iniciar por todo aquello que no se desea para la compañía, este ejercicio implica pensar más allá de los acontecimientos actuales. La metodología implica enfocarnos en el largo plazo, puesto que en realidad, es mirar hacia dónde se dirige la organización, la premisa principal de la construcción de la visión de marca.
Una vez enumeradas todas las situaciones negativas que no se desean para la organización, muchos creerán que es momento de enlistar todos los elementos positivos que se pretenden establecer a futuro en la empresa, pero no es así como funciona este ejercicio, lo que sigue es invertir todo el listado anterior.
Si antes el ejercicio incluía una afirmación como… “Mi compañía está plagada de deudas, lo que atenta contra la imagen que los proveedores tienen de ella, se ha reducido el nivel de confianza por parte del consumidor, a causa de la falta de cumplimiento en la provisión de soluciones a sus requerimientos y es difícil o casi imposible, encontrar rentabilidad en alguna de las actividades desarrolladas por la compañía”.
En la segunda parte de esta práctica, es necesario que figure algo como esto… “Mi compañía no tiene deudas, lo que contribuye a fomentar una imagen positiva entre los proveedores, además se ha elevado el nivel de confianza por parte del consumidor, a causa del cumplimiento en la provisión de soluciones a sus requerimientos y es muy sencillo encontrar rentabilidad en cualquiera de las actividades desarrolladas por la empresa”
¿Cuál es la finalidad de este ejercicio? Reflexión como primera medida, no se puede crear una adecuada visión de marca sin reflexionar sobre lo que deseamos para nuestra compañía y lo que queremos evitar. Otra de las conclusiones nos llevará a tomar conciencia del poder que las palabras y mensajes que brindamos en cada canal que nos contactamos tienen, tanto para nosotros mismos, como para nuestros clientes y proveedores. Por otra parte, tener una perspectiva positiva de la imagen de la empresa es un poder que permitirá construir visiones claras y orientadas a resultados más provechosos.